top of page

 Evita la rutina y así evitarás crear costumbres. En la mayoría de los casos son esas costumbres las que nos definen; y si, podrán definirte tal cual como eres, pero cuando decides cambiar porque caes en la cuenta de que algo no funciona como debería, esas costumbres, créeme, irán en tu contra, y tergiversarán más esa actitud por cambiar, para mejorar.
Como ésta, muchas otras trabas serán las que se interpongan en tu camino y dificulten tu deseo de avanzar, de llegar hasta la meta.
Trabas que, en ocasiones; por el pesimismo que hayamos podido aguardar en nosotros por la situación que nos acota; creemos imposibles de superar. Y no, no es así. En la mayoría de los casos, esas trabas acumulan mayor peso cuanto mayor importancia les des. 

     Nada se sabe  bien sino por medio de la experiencia.

Cuando la base falla, falla todo lo demás.
¿Un error habitual? Alargar las cosas, confiando qué con el tiempo las cosas llegarán a cambiar. Y no es así.
Creamos rutinas en colectivo, rutinas qué a veces incomodan y qué con el tiempo hacen parecer qué son ellas las qué nos crean a nosotros, apiadándose de nosotros, dificultando nuestra flexibilidad a la hora de tomar una decisión, a la hora de poner fin a algo y empezar de nuevo. Cómo rutinas, muchas otras cosas...
No confíes en el hecho de qué con el tiempo las cosas cambiarán para mejor, mejorarán o no. Cuanto mas alargues algo, mas difícil será finalizar con ello.

Claridad y concisión.

 No bajar la guardia.

Renueva tu calendario.

Vive tu momento. 

Nadie más lo hará.



bottom of page